La meteorología puede ser el elemento más imprevisible en un proyecto de construcción. Sin embargo, muchos jefes de proyecto siguen careciendo de una forma sistemática de calcular y notificar los retrasos meteorológicos en la construcción.
Esta guía ofrece una lista de comprobación detallada para ayudar a contratistas, jefes de proyecto y supervisores de obra a calcular, documentar y mitigar eficazmente el riesgo de retrasos relacionados con las condiciones meteorológicas. Tanto si va a licitar un nuevo proyecto como si va a solucionar problemas en uno ya en marcha, este completo recurso le ayudará a mantener su cronograma resistente a las inclemencias del tiempo.
Antes de entrar en la lista de comprobación, considere lo siguiente: las condiciones meteorológicas son una de las fuentes más comunes y costosas de interrupción de los proyectos de construcción en todo el mundo. Desde lluvias inesperadas y tormentas de viento hasta calor o frío extremos, las condiciones adversas pueden paralizar el trabajo, poner en peligro la seguridad y desbaratar calendarios completos.
Estos retrasos suelen desencadenar una reacción en cadena que afecta a la disponibilidad de las cuadrillas, la coordinación de los subcontratistas, la logística de los materiales y las expectativas de los clientes.
Por eso, disponer de un enfoque coherente y basado en datos para identificar y calcular los retrasos relacionados con las condiciones meteorológicas no sólo es útil, sino esencial para entregar los proyectos a tiempo y mantener la credibilidad profesional.
Las perturbaciones meteorológicas pueden hacer descarrilar hasta el programa de construcción más cuidadosamente planificado. Pero con los sistemas adecuados, su impacto puede medirse, gestionarse e incluso minimizarse. La siguiente lista de comprobación le guiará a través de todos los pasos esenciales, desde la configuración del calendario y la identificación de las actividades sensibles a las condiciones meteorológicas hasta el registro de las condiciones in situ y la emisión de notificaciones de retrasos.
Utilícela como guía práctica para controlar los riesgos meteorológicos antes de que afecten a su proyecto.
Por qué: se necesita un punto de referencia claro para evaluar lo que se considera un retraso.
Cómo:
Consejo: Defina claramente lo que constituye una "jornada laboral" en su contrato (por ejemplo, 8 horas de trabajo ininterrumpido sin interrupción por causas meteorológicas).
Por qué: No todas las tareas de construcción se ven afectadas por igual por las condiciones meteorológicas.
Cómo:
Consejo: Clasifique estas tareas en su calendario utilizando etiquetas o filtros para facilitar los ajustes cuando se produzcan retrasos.
Por qué: Saber qué es "normal" ayuda a establecer expectativas razonables.
Cómo:
Consejo: utilice las medias históricas para incluir días de contingencia en su calendario por adelantado.
Por qué: un lenguaje contractual claro evita disputas.
Cómo:
Consejo: utilice modelos de contrato estándar (por ejemplo, AIA, FIDIC o NEC) como punto de partida, pero adáptelos al clima local y a las características específicas del trabajo.
Por qué: los datos hiperlocales son más precisos que los informes meteorológicos regionales.
Cómo:
Consejo: Las soluciones conectadas a la nube pueden enviar alertas y registrar automáticamente las condiciones, lo que facilita la elaboración de informes.
Por qué: La documentación es clave para las reclamaciones y los análisis.
Cómo:
Consejo: utilice aplicaciones móviles para agilizar el registro de campo; muchas se integran con el panel central del proyecto.
Por qué: No todos los fenómenos meteorológicos justifican cambios de horario.
Cómo:
Consejo: Documente sus umbrales en un plan de ejecución del proyecto y comuníquelos a los subcontratistas.
Por qué: el seguimiento a largo plazo ayuda a detectar patrones y respalda las reclamaciones.
Cómo:
Consejo: algunas herramientas de programación ofrecen simulaciones del impacto de las condiciones meteorológicas.
Por qué: los contratos suelen exigir que se avise con antelación para validar los retrasos.
Cómo:
Consejo: Conserve una copia de las notificaciones y respuestas enviadas en un sistema centralizado de gestión de documentos.
Por qué: Una actualización formal del calendario refleja las nuevas realidades y ayuda a mantener la confianza de las partes interesadas.
Cómo:
Consejo: utilice el método de análisis de retrasos acordado en el contrato (por ejemplo, Análisis de Impacto Temporal, Análisis de Ventanas o Análisis de Periodo Contemporáneo).
Por qué: No todos los retrasos son inevitables: la gestión activa marca la diferencia.
Cómo:
Consejo: mantenga informado al cliente sobre los esfuerzos de mitigación; apreciará la transparencia.
Por qué: Las lecciones aprendidas ayudan a planificar el futuro.
Cómo:
Consejo: Convierta sus conclusiones en un estudio de caso para compartirlo con otros equipos o propuestas de licitación.
El tiempo siempre será un comodín en la construcción, pero la forma de prepararse y responder a él no tiene por qué serlo. Si sigue esta lista de comprobación, podrá gestionar mejor los riesgos, proteger el calendario y generar confianza entre las partes interesadas.
Adoptar un enfoque estructurado y basado en datos no sólo minimiza las disputas, sino que posiciona a su empresa como fiable, profesional y con visión de futuro. Además, ayuda a minimizar los daños, reducir los costes y el tiempo perdido, ¿quién no querría eso?
Publicado:
14 de mayo de 2025