El calentamiento súbito de la estratosfera (SSW) es un aumento rápido de 30-50 °C en la estratosfera polar que perturba el vórtice polar, afecta al tiempo en superficie durante semanas e impulsa la variabilidad climática invernal en latitudes medias.
Aunque el SSW se produce decenas de kilómetros por encima de la superficie en la estratosfera, sus efectos pueden propagarse hacia abajo en la troposfera, afectando a los patrones climáticos de continentes enteros.
Al debilitar o desplazar el vórtice polar, el SSW puede influir en la fuerza, la posición y los meandros de la corriente en chorro, provocando así olas de frío prolongadas, trayectorias inusuales de las tormentas o periodos prolongados de condiciones suaves, dependiendo de la naturaleza de la perturbación.
El estudio del SSW es fundamental para la previsión meteorológica estacional, la comprensión de los fenómenos invernales extremos y la interpretación del acoplamiento entre la dinámica estratosférica y la troposférica.
El vórtice polar es una gran circulación ciclónica de aire frío que se forma sobre los polos durante el invierno. En su estado normal, el vórtice polar es fuerte, circular y está confinado a la estratosfera polar, atrapando eficazmente el aire extremadamente frío sobre los polos y manteniendo un tiempo relativamente estable en las latitudes medias.
Está rodeado por un chorro circumpolar que separa el aire frío polar del aire más cálido de latitudes más bajas. La fuerza y la estabilidad de este vórtice constituyen la línea de base sobre la que se produce el calentamiento repentino de la estratosfera.
Cuando el vórtice se ve perturbado por el SSW, puede debilitarse, dividirse o desplazarse fuera del polo, permitiendo que el aire frío polar llegue a latitudes más bajas y alterando los patrones meteorológicos normales.
El SSW suele desencadenarse por la propagación ascendente de ondas atmosféricas a gran escala, a menudo ondas de Rossby, desde la troposfera hacia la estratosfera.
Cuando estas ondas alcanzan la estratosfera, pueden amplificar y distorsionar el vórtice polar, transfiriendo energía e impulso que debilitan los vientos predominantes del oeste.
En algunos casos, el vórtice puede dividirse en dos o más vórtices más pequeños, o puede desplazarse de su posición polar central. La repentina desaceleración o inversión de los vientos del vórtice hace que el aire se hunda y se comprima, produciendo un rápido aumento de la temperatura dentro de la estratosfera.
Este proceso suele desarrollarse a lo largo de unos pocos días, aunque los efectos sobre el tiempo en superficie pueden durar semanas. El momento, la magnitud y el patrón espacial del calentamiento dependen de la fuerza de las ondas planetarias entrantes, del estado preexistente del vórtice polar y de las interacciones con otras características atmosféricas como la corriente en chorro y los sistemas de presión troposféricos.
Los meteorólogos distinguen dos tipos principales de fenómenos de SSW:
Los eventos de división tienden a producir impactos más amplios y extremos en el clima de latitudes medias en comparación con los eventos de desplazamiento.
Comprender el tipo de SSW es crucial para anticipar las anomalías meteorológicas resultantes y su distribución espacial.
La propagación descendente de los efectos del SSW puede modificar significativamente el tiempo en superficie en el hemisferio norte.
En el hemisferio norte se producen grandes calentamientos repentinos de la estratosfera aproximadamente una vez cada dos inviernos, aunque los calentamientos menores son más frecuentes.
El vórtice polar relativamente más débil y menos estable del hemisferio norte lo hace más susceptible a las perturbaciones de las ondas planetarias, lo que permite que el SSW se produzca con cierta regularidad sobre Eurasia y Norteamérica.
Por el contrario, el hemisferio sur experimenta muchos menos eventos de SSW porque el vórtice polar antártico es más fuerte, más circular y está en gran medida aislado de la actividad de las ondas planetarias fuertes.
Cuando el SSW se produce en el hemisferio sur, tiende a ser menos intenso y tiene un menor impacto en el tiempo de superficie, aunque sigue proporcionando una valiosa visión de la dinámica estratosférica polar.
Los episodios de SSW son un tema clave tanto para la investigación climática como para las previsiones operativas. Predecir el inicio y el tipo de SSW puede mejorar las previsiones meteorológicas a largo plazo, especialmente en lo que respecta a las temperaturas extremas invernales y los patrones de las tormentas.
También permiten comprender el acoplamiento entre la estratosfera y la troposfera, la dinámica del vórtice polar y el modo en que las ondas atmosféricas a gran escala influyen en la circulación mundial.
Entender el SSW contribuye a una comprensión más amplia de cómo los procesos polares pueden provocar condiciones meteorológicas extremas en regiones alejadas de los polos.
El calentamiento repentino de la estratosfera representa una rápida alteración de la estratosfera polar que tiene efectos en cascada sobre la meteorología mundial.
Al debilitar o desplazar el vórtice polar, los fenómenos de SSW pueden alterar los patrones de la corriente en chorro, redirigir las trayectorias de las tormentas y producir periodos prolongados de frío extremo o condiciones meteorológicas inusuales.
Su estudio es esencial para comprender la variabilidad climática invernal, prever fenómenos graves y examinar las intrincadas interacciones entre la estratosfera y la troposfera.
En esencia, los fenómenos del SSW actúan como impulsores a gran altitud de los patrones meteorológicos de superficie, demostrando la profunda conectividad entre las distintas capas de la atmósfera terrestre.
Publicado:
11 de septiembre de 2025
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