Las ondas de Rossby, también conocidas como ondas planetarias, son ondulaciones a gran escala en la atmósfera y los océanos de la Tierra que están impulsadas por la variación del efecto Coriolis con la latitud y desempeñan un papel crucial en la redistribución del calor a escala mundial, dando forma a gran parte de la variabilidad del tiempo cotidiano.
Las ondas de Rossby son fundamentales para comprender la dinámica a gran escala del sistema climático de la Tierra. Debido a su inmenso tamaño, influyen en los patrones meteorológicos de continentes enteros, afectando a los contrastes de temperatura, al desarrollo de tormentas e incluso a la persistencia de fenómenos meteorológicos extremos. Son una característica natural de los fluidos en rotación, por lo que se encuentran tanto en la atmósfera como en los océanos.
La principal causa de las ondas de Rossby es el efecto Coriolis, la desviación aparente de los objetos en movimiento -como el aire y el agua- provocada por la rotación de la Tierra. Esta desviación es más fuerte cerca de los polos y más débil cerca del ecuador.
Como la fuerza del efecto Coriolis varía con la latitud, las parcelas de aire y agua deben conservar su vorticidad potencial (una cantidad que describe su giro y latitud). Este requisito de conservación produce oscilaciones, creando el característico movimiento ondulatorio que define a las ondas de Rossby.
En la atmósfera, las ondas de Rossby suelen aparecer como grandes meandros en la corriente en chorro, la banda de aire que se mueve rápidamente en la troposfera superior.
Al curvar la corriente en chorro hacia el norte y hacia el sur, las ondas de Rossby controlan si el aire cálido o frío domina en un lugar determinado.
Las ondas de Rossby desempeñan un papel fundamental en la circulación atmosférica mundial y, concretamente, en la redistribución del calor entre los trópicos y los polos. Sus meandros dan forma a muchos patrones meteorológicos conocidos:
Las ondas de Rossby no se limitan a la atmósfera. En los océanos, son más lentas y a menudo de mayor escala, recorriendo cuencas enteras durante meses o años.
Las ondas de Rossby actúan como mecanismos de dirección a escala planetaria tanto para el aire como para el agua. En lugar de una metáfora como la de un "río cósmico", pueden considerarse el marco que canaliza y da forma al movimiento de la energía en todo el planeta. Sus ondulaciones determinan cómo se distribuyen el calor, la humedad y el momento, lo que las convierte en uno de los procesos más importantes que subyacen a los dinámicos sistemas meteorológicos y climáticos de la Tierra.
Publicado:
11 de septiembre de 2025
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