El granizo es una precipitación sólida que se forma cuando las gotas de agua sobreenfriadas se congelan en partículas de hielo dentro de las corrientes ascendentes de las tormentas, convirtiéndose en trozos de hielo que caen cuando son demasiado pesados para ser levantados.
El granizo es una forma formidable de precipitación sólida, distinta de otros fenómenos helados debido a su proceso de formación único y a su potencial de impacto significativo. Aunque aparentemente son simples trozos de hielo, las piedras de granizo son el producto de una poderosa dinámica atmosférica en el seno de altísimas nubes de tormenta. Entender el granizo implica adentrarse en la intrincada danza de la humedad, la temperatura y las fuertes corrientes de aire.
La causa fundamental del granizo son las fuertes corrientes ascendentes dentro de grandes nubes convectivas conocidas como cumulonimbos (nubes de tormenta). Estas corrientes ascendentes son poderosas corrientes de aire que se elevan rápidamente desde la superficie de la Tierra, impulsadas por un intenso calentamiento y la inestabilidad atmosférica.
El proceso comienza cuando las gotas de agua son transportadas a gran altura en la atmósfera por estas corrientes ascendentes, alcanzando altitudes donde las temperaturas están muy por debajo del punto de congelación (0C o 32F). A estas alturas gélidas, las gotas de agua se superenfrían, lo que significa que permanecen en estado líquido aunque su temperatura esté por debajo de su punto de congelación. Cuando estas gotitas superenfriadas chocan con un diminuto cristal de hielo u otro núcleo de condensación, se congelan instantáneamente, formando un pequeño embrión de hielo.
Este embrión de hielo se eleva y desciende repetidamente en las turbulentas corrientes ascendentes y descendentes de la tormenta. A medida que se desplaza, choca con más gotas de agua sobreenfriada, que se congelan en su superficie. Este proceso de acumulación, conocido como acreción, hace que el granizo aumente de tamaño. El granizo continúa su ciclo a través de la nube, ganando capas de hielo con cada pasada, hasta que se vuelve demasiado pesado para la corriente ascendente, momento en el que cae al suelo.
El tamaño de una piedra de granizo viene determinado principalmente por varios factores clave:
Los granizos se suelen medir comparándolos con objetos comunes (por ejemplo, del tamaño de un guisante, de una pelota de golf o de un balón de softball). El granizo que mide 2,5 cm (1 pulgada) o más suele considerarse "grave" y capaz de causar daños importantes.
Si se abre una gran piedra de granizo, a menudo se observan capas concéntricas, parecidas a los anillos de una cebolla. Estas capas pueden variar de aspecto, alternando entre hielo claro (transparente) y opaco (blanco lechoso). Esta estructura en capas proporciona pistas sobre el recorrido del granizo dentro de la tormenta:
El número y el grosor de estas capas indican cuántas veces se ha levantado el granizo y ha pasado por distintos regímenes de temperatura y humedad dentro de la tormenta antes de caer.
Aunque tanto el granizo como la nieve son formas de precipitación helada, sus procesos de formación, características y condiciones típicas de aparición son distintos.
En esencia, el granizo no es sólo lluviacongelada :es el producto de una atmósfera turbulenta en la que el agua, el viento y la temperatura interactúan en un delicado pero poderoso equilibrio. Desde su estructura en capas hasta su potencial destructivo, el granizo ofrece una visión fascinante del funcionamiento interno de las tormentas eléctricas severas.
Publicado:
22 de mayo de 2025
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