El hielo negro es una capa fina y casi invisible de hielo que se forma en las carreteras y otras superficies, a menudo cuando la humedad de la lluvia ligera, la llovizna o la nieve derretida se congela rápidamente.
El hielo negro suele formarse cuando la temperatura del aire es igual o inferior a 0 °C (32 °F). Sin embargo, también puede formarse ligeramente por encima del punto de congelación si las condiciones permiten que la temperatura de la superficie de las carreteras o aceras se mantenga más fría que la del aire. Esto suele ocurrir durante:
Es importante destacar que el hielo negro puede persistir incluso después del amanecer si las zonas de sombra o las condiciones del viento impiden el calentamiento.
El hielo negro es especialmente peligroso debido a su estructura lisa y uniforme, que carece de las irregularidades o la superficie granulada que se encuentran en la nieve o el aguanieve. Es decir:
Por ello, el hielo negro es uno de los principales causantes de accidentes de tráfico en invierno, sobre todo en superficies no tratadas o mal mantenidas.
El hielo negro se forma cuando el agua líquida se encuentra con una superficie helada. Esto puede ocurrir en varias condiciones:
El aspecto más traicionero del hielo negro es que a menudo se forma sin precipitaciones activas, por lo que es fácil pasarlo por alto durante la vigilancia meteorológica rutinaria.
Aunque el hielo negro no siempre puede evitarse por completo -especialmente en condiciones meteorológicas impredecibles-, existen varias estrategias preventivas que pueden reducir su formación y mitigar sus peligros, sobre todo en carreteras y aceras.
La forma más eficaz de prevenir el hielo negro es aplicar tratamientos anticongelantes antes de que se produzcan las heladas. Esto suele implicar esparcir:
Estas sustancias reducen el punto de congelación del agua, impidiendo que la humedad se adhiera a la superficie y se congele. El tratamiento previo es especialmente importante antes de que se produzcan heladas, precipitaciones ligeras o en zonas donde se sabe que el agua se congela rápidamente, como puentes y calzadas a la sombra.
Dado que el hielo negro suele formarse cuando la temperatura de la calzada o de la superficie es inferior al punto de congelación -aunque la temperatura del aire sea ligeramente superior-, es fundamental utilizar herramientas que controlen el estado del pavimento, como:
Proporcionan datos en tiempo real que ayudan al personal de carreteras y a los gestores de las instalaciones a aplicar los tratamientos en el momento adecuado.
El agua estancada o la humedad persistente aumentan el riesgo de hielo negro. Las medidas preventivas de infraestructura incluyen:
Las superficies que reciben poca o ninguna luz solar durante el día son más propensas al hielo negro, ya que no se calientan lo suficiente como para evitar la recongelación. Siempre que sea posible:
Algunos lugares se congelan antes y con más frecuencia debido a microclimas o condiciones estructurales. Por ejemplo:
Mantener un mapa de las zonas problemáticas y aplicar tratamientos preventivos en estos puntos puede reducir significativamente el riesgo.
Publicado:
29 de julio de 2025
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