Hielo negro

¿Qué es el hielo negro?

El hielo negro es una capa fina y casi invisible de hielo que se forma en las carreteras y otras superficies, a menudo cuando la humedad de la lluvia ligera, la llovizna o la nieve derretida se congela rápidamente.

¿A qué temperatura se produce el hielo negro?

El hielo negro suele formarse cuando la temperatura del aire es igual o inferior a 0 °C (32 °F). Sin embargo, también puede formarse ligeramente por encima del punto de congelación si las condiciones permiten que la temperatura de la superficie de las carreteras o aceras se mantenga más fría que la del aire. Esto suele ocurrir durante:

  • Temprano por la mañana o tarde por la noche, cuando las temperaturas bajan rápidamente
  • Enfriamiento radiativo tras la puesta de sol, especialmente con cielos despejados
  • Drenaje de aire frío en valles o zonas bajas
  • En puentes y pasos elevados, que se enfrían tanto por arriba como por abajo y tienden a congelarse antes que las carreteras normales.

Es importante destacar que el hielo negro puede persistir incluso después del amanecer si las zonas de sombra o las condiciones del viento impiden el calentamiento.

¿Por qué resbala tanto el hielo negro?

El hielo negro es especialmente peligroso debido a su estructura lisa y uniforme, que carece de las irregularidades o la superficie granulada que se encuentran en la nieve o el aguanieve. Es decir:

  • Los neumáticos y los zapatos no tienen nada a lo que agarrarse
  • No hay señales visuales (como superficies esmeriladas o texturizadas) que alerten a conductores o peatones.
  • La pérdida repentina de tracción puede producirse sin previo aviso, especialmente al frenar o girar.

Por ello, el hielo negro es uno de los principales causantes de accidentes de tráfico en invierno, sobre todo en superficies no tratadas o mal mantenidas.

¿Cuál es la causa del hielo negro?

El hielo negro se forma cuando el agua líquida se encuentra con una superficie helada. Esto puede ocurrir en varias condiciones:

  • Congelación lluvia o llovizna: La precipitación cae en forma líquida y se congela al entrar en contacto con una superficie fría.
  • Nieve derretida: El deshielo diurno seguido de una helada nocturna puede hacer que el agua derretida se vuelva a congelar formando una capa de hielo transparente.
  • Niebla o rocío: la humedad del aire puede condensarse y congelarse en superficies frías, sobre todo durante la noche.
  • Escape de vehículos o agua pulverizada: En zonas de mucho tráfico, la humedad del tubo de escape de los coches o de los neumáticos mojados puede acumularse y congelarse en carreteras ya frías.

El aspecto más traicionero del hielo negro es que a menudo se forma sin precipitaciones activas, por lo que es fácil pasarlo por alto durante la vigilancia meteorológica rutinaria.

Cómo prevenir el hielo negro

Aunque el hielo negro no siempre puede evitarse por completo -especialmente en condiciones meteorológicas impredecibles-, existen varias estrategias preventivas que pueden reducir su formación y mitigar sus peligros, sobre todo en carreteras y aceras.

1. Tratamiento previo con agentes antihielo

La forma más eficaz de prevenir el hielo negro es aplicar tratamientos anticongelantes antes de que se produzcan las heladas. Esto suele implicar esparcir:

  • Salmuera (solución de agua salada)
  • Cloruro de calcio o cloruro de magnesio
  • Otros descongelantes químicos formulados para bajas temperaturas

Estas sustancias reducen el punto de congelación del agua, impidiendo que la humedad se adhiera a la superficie y se congele. El tratamiento previo es especialmente importante antes de que se produzcan heladas, precipitaciones ligeras o en zonas donde se sabe que el agua se congela rápidamente, como puentes y calzadas a la sombra.

2. Control de las temperaturas de superficie

Dado que el hielo negro suele formarse cuando la temperatura de la calzada o de la superficie es inferior al punto de congelación -aunque la temperatura del aire sea ligeramente superior-, es fundamental utilizar herramientas que controlen el estado del pavimento, como:

Proporcionan datos en tiempo real que ayudan al personal de carreteras y a los gestores de las instalaciones a aplicar los tratamientos en el momento adecuado.

3. Mejorar el drenaje y el diseño de la superficie

El agua estancada o la humedad persistente aumentan el riesgo de hielo negro. Las medidas preventivas de infraestructura incluyen:

  • Pendiente y nivelación adecuadas de carreteras y aceras
  • Sistemas de drenaje para evitar encharcamientos
  • Sistemas de pavimento calefactado en zonas de alto riesgo (por ejemplo, entradas de hospitales, puentes peatonales).

4. Reducir el sombreado de la superficie

Las superficies que reciben poca o ninguna luz solar durante el día son más propensas al hielo negro, ya que no se calientan lo suficiente como para evitar la recongelación. Siempre que sea posible:

  • Podar los árboles que sobresalen
  • Evite colocar estructuras (como barreras acústicas) que bloqueen el sol invernal en zonas de alto riesgo.

5. Puntos críticos conocidos

Algunos lugares se congelan antes y con más frecuencia debido a microclimas o condiciones estructurales. Por ejemplo:

  • Puentes y pasos elevados
  • Pasos subterráneos y túneles
  • Carreteras rurales, sombreadas o bajas

Mantener un mapa de las zonas problemáticas y aplicar tratamientos preventivos en estos puntos puede reducir significativamente el riesgo.

Publicado:

29 de julio de 2025

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